Una dieta sin renuncias

Una dieta sin renuncias

El final del verano representa en nuestras vidas la apertura de un nuevo curso. Es como si comenzásemos un nuevo año. Con él llegan los buenos propósitos. Y como en verano hemos relajado nuestra alimentación, uno de esos propósitos es ponernos a dieta.

Pero atención, hay que llevar mucho cuidado con esas dietas “milagro” que nos recomiendan amigos y conocidos o que encontramos en Internet. Perder peso no significa dejar de comer, significa aprender a comer. Lo más recomendable es ponerse en manos de un profesional, por ejemplo tu médico. Él, mejor que nadie, conoce tu estado de salud y podrá orientarte para que elijas aquellos alimentos que estén acordes con tus hábitos y tu consumo de energía.

Porque no olvidemos que comemos para nutrirnos y el cuerpo humano necesita un equilibrio en vitaminas, hidratos de carbono, azúcares y grasas que, combinados con el ejercicio, ayudarán a llevar una vida saludable.

Olvídate de eliminar alimentos de tu dieta como el arroz, el pan o la pasta por miedo a su alto aporte calórico. Lo que debemos aprender es a consumir una cantidad de ellos que se adecue a nuestro estilo de vida. O lo que es lo mismo, debemos consumir menos calorías de las que nuestro cuerpo quema, y que esas calorías procedan de alimentos con alta calidad nutricional.

También es recomendable ingerir entre 5 y 6 comidas al día, repartiendo en ellas las calorías necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Si nos saltamos ingestas para adelgazar, el efecto en nuestro organismo será el contrario al que buscamos: primero, porque al no dotar a nuestro organismo de la “gasolina” necesaria, nuestro motor funcionará a menos revoluciones y rendiremos peor. Además, llegaremos a casa con esa sensación de hambre insaciable y nos premiaremos -erróneamente- con una suculenta cena repleta de calorías, que vendrán con nosotros a la cama.

Nuestro consejo, pues, para llegar al invierno vigorosos y sanos es que nuestra dieta sea variada, que comamos con moderación y con una frecuencia acorde a nuestro ritmo de vida, sin olvidar una hidratación adecuada, principalmente bebiendo mucha agua.

Puri Garcia Ayala. mas1creativo